Una invasión de motoristas se ha adueñado de las calles y avenidas del Gran Santo Domingo, sin el más mínimo respeto de las leyes de tránsito, la buena convivencia y un real peligro para sus propias vidas y los demás.
No hay reglas para estos desaprensivos del timón, que se desenvuelven como los “chivos sin ley”, imponiendo su estilo de horror al conducir.
Parecen competir sobre quién es más imprudente al transitar por vías públicas, además de que se multiplican a la velocidad de la luz.
Estos motociclistas, desde los organizados en rutas motoconcho, moto uber, mensajeros, delivery, asaltantes y los de uso privado, se apoderan de las calles y se conducen con sus propias reglas: “no hay regla”.
Para ellos no existen señales de pare, ni luces de semáforos (siempre verde), no les temen a los agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), no usan cosco protector, ni límites de velocidad, ni sentidos en vías, pues corren a conveniencia y en todas las direcciones.
Se adueñan de las aceras de los peatones y se te descuida….eres un potencial asaltado.
Un caso de ejemplo
Un individuo, con una mujer abordo, transita vía contraria por la avenida Tiradentes; se pasa a la intersección de la Rafael Augusto Sánchez y no se detiene aunque le da el semáforo en rojo, porque a él…. poco le importa. Los conductores de vehículos deben detenerse para que pueda realizar su manobra sin mayores inconvenientes y luego se pasa por el lado a agentes de la Digesett, sin ningún contratiempo.
¿Quién podrá ponerle controles a estos motociclistas?, ¿Contará Digesset con personal y presupuesto para hacerle frente?, ¿Es necesario aplicar mano dura contra los infractores? o ¿Habrá que limitar la circulación de estos?. Muchas preguntas difíciles de contestar y en lo que se investiga el caso, los conductores de vehículos deben transitar cuidando y cuidándose de los motociclistas.n.com.do
