Con las instalaciones de más de 100 videocámaras en el campus de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), el Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1 no sólo vigila la seguridad a lo interno y en los alrededores de la academia, sino que mantiene a rayas a sus autoridades, que también son monitoreadas por la entidad del Gobierno que, de paso, viola el fuero universitario.
En el 2017, bajo la rectoría de Iván Grullón, las autoridades uasdianas solicitaron al Gobierno su colaboración para colocar las cámaras de seguridad en el interior de la academia, ante los disturbios que enfrentaban en ese momento con estudiantes, por una huelga de profesores, la ayuda le fue aceptada, pero sólo en la parte de las instalaciones de los equipos, pues el 9-1-1 es el que controla y los administra.
“La universidad solicitó que el Gobierno les instale un sistema de vigilancia, pero finalmente, lo que instaló fue un sistema de vigilancia al servicio del sistema 9-1-1, no de la UASD”, dijo el director de tecnología de la UASD, Luis Cabrera.
Esa situación viola el Fuero Universitario que, entre otras cosas, establece delimitar el recinto universitario en el cual no podrá penetrar autoridad alguna sin permiso o sin el asentimiento de la autoridad universitaria competente.diariolibre