A pocas horas del cambio de administración gubernamental, la añoranza se apoderó de los pasillos del Palacio Nacional, donde los colaboradores se dieron el adiós, tras ocho años de compañerismo.
En las conversaciones que se daban en los pasillos palaciegos, se escuchó que algunos empleados decidieron recoger sus pertenencias y ayer fue su última jornada laboral; otros volverán el lunes con la esperanza de quedarse en sus puestos, mientras una parte solo vendrá a ponerse a disposición de sus sustitutos en caso que necesiten una inducción.
El abrazo de despedida fue inevitable, pese a la prevención frente al COVID-19.
“Nosotros aquí estamos de retirada. Hoy hemos recogido y nos vamos a nuestras casas felices y contentos a disfrutar de nuestras familias”, expresó José Ramón Peralta, ministro administrativo de la Presidencia.
Ya a las 6:00 de la tarde, el personal abandonó las oficinas y pasillos, excepto los militares que custodian el Palacio.diariolibre
