El gobierno del presidente Luis Abinader, además de la crisis que ha enfrentado derivada de la pandemia de la covid-19, que actualmente su mayor impacto es la inflación, tiene tres frentes políticos abiertos.
Los partidos de oposición: el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y la Fuerza del Pueblo (FP), así como las voces disidentes que vienen del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
La oposición ha asumido su rol de crítica a pesar de que participa en el diálogo nacional convocado por el gobierno a través del Consejo Económico y Social (CES) para quince reformas y una mesa de diálogo ante la crisis haitiana.
El mayor impacto que logra el PLD en sus críticas contra el gobierno son los ataques que lanza el presidente de esa organización y expresidente Danilo Medina. En su última exposición pública acusó al gobierno de intentar avergonzar a los dirigentes de ese partido para opacar su obra de gobierno y le advirtió no lo logrará.
El presidente de la FP, Leonel Fernández, ha asumido como principal tema de oposición la inflación. El pasado sábado advirtió al gobierno la famosa frase de campaña “E pa fuera que van”, si los precios siguen subiendo. Fernández también ha sido crítico de las cifras del gobierno y el Banco Central sobre el crecimiento económico y recientemente afirmó que el gobierno vive “en un mundo de fantasía” con relación a ese tema y que rechaza hablar de crisis.
Sin embargo, el PLD y la FP no son la única oposición que tiene el gobierno de Abinader, desde lo interno de ese partido hay voces que desde el principio son más críticas que la de los propios adversarios. Guido Gómez Mazara, Ramón Alburquerque y Rafael (Fafa) Taveras, forman un grupo de dirigentes que han elevado sus voces críticas contra el gobierno y han capitalizado las quejas de los dirigentes que claman por empleos en el gobierno. Alburquerque, en casi 15 meses de gobierno de su partido, ha sido constante en las críticas. Adicionalmente, ha tenido que enfrentar posiciones contrarias de dirigentes como Eddy Olivares que ahora aspira a presidir esa organización.
El último en sumarse ha sido Guido Gómez Mazara que desarrolla una serie de encuentros para hablar de la relación partido-gobierno y sociedad, pero se han ido convirtiendo en críticas a la actual gestión. Por ejemplo, recientemente, dijo de “los acuerdos” de cúpula ante las versiones de que ese partido no hará primarias para escoger las nuevas autoridades a más tardar en marzo del 2022.
“Las acciones que dieron razón de ser al PRM se fundamentaron en devolverle la raíz participativa de sus bases y dirección media, ignoradas por años y utilizadas en ejercicios de simulación caracterizados por negarles el derecho a disentir de sus cúpulas porque lo que se instauró en el viejo partido como hábito era la negación de toda una cultura de disensos y competencias, caracterizando los liderazgos”, declaró.elcaribe
