NICARAGUA: ¿LA REVOLUCIÓN SANDINISTA LLENÓ LAS EXPECTATIVAS?

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Al observar la situación económica, social y política por la que atraviesa Nicaragua y reflexionar sobre la reelección de los septuagenarios esposos Daniel Ortega (78 años) y Rosario Morillo (72 años), en las elecciones del pasado 7 de noviembre de 2021, y el “montaje” de las próximas elecciones municipales, nos preguntamos: ¿La Revolución Sandinista llenó las amplias expectativas que creó? Veamos:

Jolgorio, entusiasmo y gran esperanza reinó en los sectores progresistas del hemisferio occidental, especialmente en los pueblos latinoamericanos, con las expectativas que se creó, cuando en julio del 1979, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) proclamó el singular triunfo de la Revolución Sandinista, al derrocar la dinastía tiránica de los Somoza que, durante 42 años, mediante el terror, la persecución y muerte saqueó y acogotó la vida de los nicaragüenses.

El FSLN ha gobernado a Nicaragua por más de 25 años, con Ortega como presidente, reelecto en cuatro períodos consecutivos de cinco años. En los últimos dos períodos (2017-2022 y 2022-2027), acompañado de su esposa Morillo, como vicepresidenta de Nicaragua.

La situación socio-económica de Nicaragua se mantiene estancada. En América Latina es uno de los países menos desarrollados y el segundo más pobre, después de Haití. El desempleo y la pobreza se mantienen en niveles similares a los que padecía Nicaragua durante la dictadura de los Somoza.

De los 6.6 millones de habitantes, en Nicaragua, más del 14 % forma parte de siete diferentes poblaciones indígenas que todavía sufren el flagelo de la miseria y exclusión socio-económica y cultural.

En los comicios del pasado noviembre, la mutual Ortega-Morillo triunfó con más del 75 % de la votación, puesto que los 7 principales candidatos de la oposición fueron apresados al inicio de la campaña e ilegalizaron sus respectivos partidos, razón por la cual, solo participaron 5 entelequias de partidos que, los votos obtenidos, apenas suman un vergonzante 23 % de la votación, con lo cual “legalizaron” esa falsa electoral que, lógicamente, fue desconocida por la comunidad internacional al carecer de legitimidad.

En los últimos meses de este año, el régimen de Ortega-Morillo ha desatado una verdadera persecución política, que se evidencia en la incautación de medios de comunicación y coacción a la libertad de expresión, expulsión de varias congregaciones religiosas, cierre de oficinas e ilegalización de cientos de organizaciones de la sociedad civil, llegando al extremo, el pasado viernes, cuando policías penetraron en la iglesia católica de Matagalpa, apresando, abusivamente, a monseñor Rolando Alvarez y varios sacerdotes.

A esas dictatoriales acciones se les agrega este nuevo circo político: El Consejo Supremo Electoral, cumpliendo órdenes del gobierno, acaba de informar que, solo serán 20 días de campaña (del 12 de octubre al 1ro. de noviembre) ´para las próximas elecciones a efectuarse el 6 de noviembre de este 2022, para elegir las autoridades municipales (alcaldes, vicealcaldes y concejales) de los 153 municipios nicaragüenses.

Para dichos comicios solo está segura la participación del FSLN y sus candidatos que lideran los esposos gobernantes Ortega-Morillo. Todavía los partidos de oposición no han decidido si participarán ni han seleccionado sus respectivos candidatos, por lo cual se vaticina que el FSLN, que actualmente controla las autoridades de 135 municipios, aumentará su dominio de los gobiernos municipales en más de un 95 %. ¡Qué ironía, el FSLN tendrá muchos más poderes que la dinastía de los Somoza!

En atención a este lúgubre escenario nos sumamos a la comunidad internacional que está exigiendo libertad inmediata de los presos políticos, respeto a las libertades públicas, cese de la represión y persecución contra los medios de comunicación, organizaciones de la sociedad civil y violaciones contra las iglesias y realizar elecciones municipales en formas democráticas, libres, equitativas y transparentes, facilitando la participación de los partidos de oposición.

El régimen del FSLN-Ortega-Morillo desgobierna al pueblo nicaragüense, decepcionando a la comunidad internacional y frustrando las expectativas que creó el triunfo de la Revolución Sandinista. Por eso, al observar esa triste realidad que padece Nicaragua, Rubén Darío, Augusto César Sandino y los mártires de la Revolución Sandinista lloran en sus tumbas ¡Lamentablemente!

21 de agosto de 2022.